Un comienzo sin fin
Desde que comencé a soñar con La casa de Male, había algo que tenía claro, desde el comienzo supe que a la hora de registrar y tomar testimonio de los procesos evolutivos de cada infante quería documentar la infancia, preparar y entregar a cada familia un informe pedagógico, que además de contener información y ser una pequeña ventana de nuestro día a día en la casita, también fuese en un futuro, un recuerdo bonito donde los niños y niñas puedan acudir, un registro de sus primeros años de vida ¿A quien no le gustaría tener un registro de sus vivencias de sus primeros años de vida?.
Un recuerdo para atesorar por siempre.
Al comienzo no voy a mentirles, estaba segura de que quería hacerlo pero no tanto de cómo, hasta que poco a poco me fui adentrando en la materia. Es por ello, que buscando información sobre documentar la infancia me encontré con la maravillosa Silvia Soria Ferrer, quien gracias a su formación fue mi guía para que hoy en día pueda documentar a los infantes que forman parte del hogar de Madre de día La casa de Male y mejorar mi práctica pedagógica.
Un trabajo de día a día
Sin dudas documentar la infancia a través de registros pedagógicos es un trabajo que requiere de mucho tiempo y dedicación, sobre todo si se quiere hacer bien, lo fácil sería preparar un informe con ítems y valoraciones sin ton ni son, pero no, dar valor a mi trabajo también es demostrarlo a través de acciones.
Por tanto, para comenzar a realizar registros pedagógicos es muy importante estar bien organizados, de tal modo que, valorar previamente lo que se va registrar de cada infante nos sirve como guía para comenzar el camino. En la documentación pedagógica se detalla un pequeño tesoro, detalles de los momentos vividos, un recuerdo que perdura en el tiempo.
A través de la documentación pedagógica se genera un dialogo con las familias, es un medio de comunicación con el exterior. Además es un extraordinario instrumento didáctico porque se centra en los procesos y la evolución de cada infante. Es un cambio de mirada, porque lo importante es el camino (o, mejor dicho, los múltiples caminos posibles), mas que el resultado final.
En la casa de Male, hogar de Madre de día en Getafe, documentar se convierte en una rutina diaria, en la que el adulto está constantemente en escucha activa y apertura hacia el niño, es ahí cuando la documentación se transforma es un instrumento de trabajo extraordinario, que va mucho mas allá de presentaciones para las familias o de un informe de evaluación.
Seguiremos documentando la infancia, registros que perduran y se sostienen en el tiempo, por y para los niños y niñas.